Un refugio boutique rústico y confortable en Texcoco

La sala de estar te recibe con una cálida chimenea que invita al descanso. La luz natural baña cálidamente cada rincón, mientras las vigas de madera y los muros de ladrillo reflejan la belleza rústica de la región.

En cada esquina, antigüedades seleccionadas con esmero cuentan historias pasadas, mientras el mobiliario brinda un toque de elegancia. La atmósfera combina lo íntimo con lo sofisticado, logrando un equilibrio perfecto entre comodidad y estilo.

La decoración de la estancia es un homenaje a las raíces mexicanas, con detalles que evocan el esplendor de las haciendas tradicionales. Piezas de cerámica adornan las repisas, y las texturas de los muros complementan perfectamente al mobiliario.

Cada detalle, desde llas luminarias emplomadas hasta los tonos cálidos de las paredes, ha sido pensado para que los huéspedes sientan la riqueza de la historia y la naturaleza del Cerro Tezcutzingo en cada momento de su estancia.

Al entrar en las habitaciones de Finca Tezcutzingo, te envuelve una atmósfera de calma y tranquilidad.

Cada espacio ha sido diseñado para reflejar la riqueza del entorno natural y cultural, con acabados rústicos que se fusionan armoniosamente con la decoración.

Las paredes, de suaves tonos terrosos, crean un contraste sutil con los muebles de madera , mientras que puertas emplomadas brindan una sensación de calidez y autenticidad.

Los detalles en cerámica, espejos y tocadores antiguos aportan un toque de historia a cada habitación, invitando a una experiencia de descanso inigualable.

Techos o suelos de madera natural y las lámparas emplomadas evocan la esencia de las haciendas mexicanas. Un delicado aroma a madera y flores frescas se esparce por el ambiente, y los amplios espacios invitan a la contemplación y el relax, convirtiendo cada estancia en un refugio exclusivo donde la comodidad moderna se encuentra con la tradición centenaria.

La cocina de Finca Tezcutzingo es el corazón del hotel, un espacio que celebra la tradición y la calidez hogareña.

Al entrar, los azulejos pintados a mano en tonos vibrantes te transportan a la esencia del México antiguo, mientras las vigas de madera expuestas en el techo añaden un toque rústico.

Cada rincón está lleno de detalles cuidadosamente seleccionados, como los detalles decorativos en madera y herreria, evocando la tradición culinaria de la región. La cocina es más que un lugar para preparar alimentos, es un espacio que invita a compartir historias y experiencias alrededor de los fogones.

El calor de la chimenea cercana y el aroma a hierbas frescas crean un ambiente acogedor y lleno de vida.

Aquí, la tradición culinaria de Texcoco y su historia se fusionan con la elegancia y el estilo contemporáneo, ofreciendo una experiencia única tanto para los sentidos como para el alma.

Al recorrer las áreas exteriores de Finca Tezcutzingo, te sumerges en un paisaje donde la naturaleza se funde con la historia.

Los jardines están llenos de vida, con andadores entre árboles frondosos y especies vegetales autóctonas que pintan el entorno con tonos verdes.

A lo largo de los pasillos, los muros de mampostería, finamente trabajados, te cuentan la historia del lugar a través de cada piedra colocada con precisión artesanal. Un rincón especial te lleva a un pozo antiguo, un vestigio de tiempos pasados, donde se siente el eco del agua que, durante siglos, nutrió la tierra. Aquí, el aire fresco y la vegetación exuberante crean un oasis perfecto para relajarse y desconectar.

Con un hermoso tejado quipado con asadores y cómodos espacios para descansar, este lugar se convierte en el epicentro de encuentros al aire libre. Rodeado por el cielo despejado y el susurro del viento entre las hojas, puedes disfrutar de comidas bajo las estrellas o relajarte con una bebida mientras el sol se oculta tras el Cerro Tezcutzingo.